lunes, 11 de marzo de 2013

Te extraño

Te extraño 

Si no estás, ¿qué decir?
Si no estás, ¿cómo seguir?

Sé que lo hice mal,
sé que el daño está,
pero en mi defensa
no puedo decir más.

Pisé la piedra equivocada
y caí al camino.
Y cuando me levanté
ya no estabas conmigo.

¿Qué hacer, qué decir,
cómo no temer, cómo seguir?

Todos los errores que he cometido
tienen una consecuencia ahora.
Tropecé mil veces en el camino,
y ahora me encuentro sola.

Y te echo de menos.
Y te necesito. Y ahora
sólo quiero estar contigo.

Cruzar la distancia y llegar a ti.
Te prometo que nunca
jamás volveré a marcharme.

Y te juro que no volveré a caer.
Y necesito que si caigo sujetes mi mano.
Y necesito que confíes
en mí una vez más.

Sé que te hice daño,
pero ahora todo ha cambiado.
Sé por lo que has pasado,
pero juro estar a tu lado.

Dame tu mano,
confía en mí una vez más.
Es cuanto necesito para continuar.

Eres una de las piedras
que me hicieron caer.
Una piedra de carbón dulce.
Y como dulce, embriagadora.
Y como embriagadora, necesaria.

Sigo en el suelo,
sigo esperando,
sigo sintiendo que
todo y nada ha cambiado.

Cuando llegue abril
me levantaré.
Iré a buscarte
y te abrazaré.

Sin preámbulos
ni explicaciones.
Sólo necesito
que me perdones.

Necesito necesitarte,
necesito extrañarte,
necesito tenerte
a mi lado por siempre.

Necesito que me saques
del agua cuando me estoy ahogando.
Que me salves de las arenas movedizas
cuando me están arrastrando.

Necesito tenerte cerca,
tenerte aquí a mi lado.
Necesito, necesito, necesito...
que tan sólo cojas mi mano.

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